La Cultura del Dinero

El titulo lleva implícita una connotación negativa por varia razones, la principal es que el consumismo se ha catalogado como una nueva forma de vida, una cultura social imperante en las economías capitalistas, es visto como la perdición de las personas y de cierta manera lo es, explico:

Una persona X cree que teniendo cosas lujosas como ropa de marca, coche nuevo, casa nueva y comer en lugares caros es un símbolo del éxito, aunque todo lo anterior signifique, en la mayoría de los casos, una pérdida de dinero, obligaciones por 30 años en pagos; se cree que tener una casa es una inversión mayor, cuando todo esto en una balanza personal signifiquen obligaciones y no inversiones, es decir, que a final de cuentas se esta endeudado con un lujo pero eso no significa un riqueza real aunque si un gasto necesario.

Por costumbre se cree que a más ingreso más bienestar pero la función es distinta; a mayor ingreso también le corresponde mayor gasto, porque no nos han enseñado a dejar cierto porcentaje para el ahorro o la inversión sino que entre más ganamos, nos sentimos con más capacidad de adquirir o pagar por cosas más caras, en ese momento dejamos de trabajar para disfrutar de nuestros ingresos y comenzaremos a trabajar para nuestras deudas. Rico es el que tiene de sobra, así sean 2 pesos lo que no tiene endeudado y mejor aún si esos 2 pesos los tiene invertidos. Así que si tienes un bien de lujo por pagar, no es que seas más rico, solo estas más endeudado.

Adentrándonos un poco en la cultura mexicana el problema viene mucho tiempo atrás cuando los conquistadores espirituales nos evangelizaron y nos dijeron que ser rico o adinerado era pecado, en uno de esos textos en donde dice que: es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos, desde ahí, hemos crecido como sociedad pensando que no es muy agradable ante los ojos del Dios cristiano tener propiedades y no compartirlas.

Al día de hoy se puede ver que las cosas no son así, pero ya existen resultados de este pensamiento reflejado en la forma de vivir de muchos. En otras sociedades como la estadounidense, que en su mayoría son protestantes, se cree que los ricos son una gracia divina ya que ellos traen riqueza y trabajo para más personas, la relación tiene cierta lógica, ya que sino se tienen inversiones y empresas, los ciudadanos no podrán concebirse de su propio capital si no se empieza por trabajar.

La forma de llevar la economía de varias empresas funciona como en la balanza personal, los dueños de empresas piensan que teniendo más sucursales se llegará a un mejor ingreso, en ocasiones, cuando la apertura de nuevo núcleos no están planeados con anticipación sucede que más que un inversión es una pérdida, a eso hay que sumarle que los gastos fijos (como los pagos de casas, pago de impuestos, pagos de necesidades básicas y otros ) los esta pagando la empresa, y no el mismo del ingreso mensual(personal), cuando las empresas son familiares están casi destinadas a caer en un cese de su economía o en los casos extremos a desaparecer, ya que los acuerdos y decisiones se toman entre la familia, en una democracia transformada en dictadura en una mesa directiva y los pasivos son mayores a las inversiones.

Ser empresario a pequeña o gran escala significan muchas responsabilidades, como la de la planeación, asesoramiento y un poco de estudio de retrospectiva empero las empresas actualmente no destinan presupuesto para ser asesorados financieramente ni por un contador mucho menos una analista financiero, las decisiones las siguen tomando bajo la consigna de que nadie va decidir sobre sus bienes, no tienen un plan a corto o largo plazo o si lo tienen no lo ponen en practica.

Las finanzas públicas funcionan de igual manera, como una empresa familiar, los servidores públicos aún siguen pagando sus cuentas personales como si fuesen gastos del Estado, las decisiones no las toman con base a un análisis o al plan que proponen de acuerdo a la ley, sino a los escenarios que se vayan suscitando y el futuro de una ciudad, de un Estado o del país sigue estando a la expectativa de lo que se decida hacer en el momento. Al final el ciudadano que no crea riqueza y solo paga sus obligaciones sigue perdiendo sin tener una cultura del dinero.